Con toda la evidencia que existe, con todo su historial de defensa a los intereses de la elite: ¿Aún quedan personas que piensen que Carabineros defiende al pueblo? Lo «del débil el protector» debe ser uno de los mayores chistes jamás creados. Que Carabineros ande golpeando niñas, que repriman a personas que protestan para tener jubilaciones dignas, es la guinda de la torta de una institución que cada día que pasa queda más evidencia. Son y siempre serán enemigos del pueblo.