En el celular del Carabinero infiltrado descubierto en la UMCE la semana pasada, fueron encontradas fotografías de una bomba casera con un celular como detonador. El hecho, considerado grave por estudiantes, autoridades Universitarias y la Defensoría Popular fue presentado, con los antecedentes y fotografías, al Fiscal Nacional Sabas Chahúan.
Recordemos que el agente infiltrado fue sacado de dicho recinto con extremada violencia por parte de Fuerzas Especiales, deteniendo al azar a 9 personas, las que de manera increíble, fueron formalizados por “Robo con violencia, maltrato a carabinero en servicio y secuestro. La Fiscalía pidió la prisión preventiva, cuestión que fue rechazada dejando a los estudiantes con la medida cautelar de firma diaria en la 33º Comisaría de Ñuñoa mientras dure la investigación (90 días).
¿QUIÉN ES EL INFILTRADO?
El agente policial infiltrado, reconocido como tal por el propio Fiscal en la audiencia de formalización, se trata del oficial de carabineros, Teniente Camilo Ramírez Eyzaguirre, de 27 años. Originario de San Fernando con residencia actual en la comuna de Providencia. El Teniente, que actualmente se desempeña en el área de inteligencia de la institución, cuenta con varios estudios y capacitaciones, entre ellas: Diplomado en “La Función Inteligencia en el Estado Contemporáneo, Diplomado en “Estudios Latinoamericano”, Ramírez Eyzaguirre aparece en la Memoria Anual 2013 de ANEPE (Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos del Ministerio de Defensa Nacional).
INFILTRADOS Y MONTAJES, UN HECHO QUE SE REPITE
El hecho, de agentes policiales infiltrado al interior de dicha universidad, no es nuevo. Ya el pasado 28 de marzo hubo una denuncia. Fue la Federación de Estudiantes de ese entonces, quienes denunciaron a un agente infiltrado el que fue descubierto en momentos en que participaba encapuchado instigando a enfrentarse con carabineros (ver comunicado) se trataba del carabinero Héctor Cerda, Funcionario de la Institución Uniformada, dependiente de FFEE.
Suma también el bullado caso del ataque al “Peaje Quino” en donde un supuesto, hasta entonces, “testigo protegido” resultó ser un infiltrado que funcionaba como “agente revelador o instigador, se trata del caso de Raúl Castro Antipán quien reconoció trabajar para la DIPOLCAR. Donde el mismo reconoció haber recibido formación en inteligencia y fue el propio Capitán Marín (jefe a cargo de la operación) quien reconoció el nexo. Los acusados por Castro Antipán fueron finalmente absueltos de todos los cargos.
LA LEGALIZACIÓN DE LOS MONTAJES
Los hechos denunciados se dan en el contexto donde el Gobierno de Bachelet le dará más atribuciones a los agentes encubiertos, dándoles la “facultad” de instigar (generar las condiciones y provocarlas) para que el delito y sus participantes los concreten para luego proceder a la detención y procesamiento. El agente revelador (instigador) quedará penalmente exento de los delitos que en el proceso y en virtud de la estrategia este realizara.
Este modelo ha sido fuertemente criticado por organizaciones de DDHH y de Derechos Civiles en el mundo. Esto porque los agentes inducen al delito, los fabrican, entregan medios y fines para probar, finalmente su tesis policial y proceder a detener y procesar. Famoso ha sido en EEUU el caso de “Los 4 de Newburgh”, en donde un agente del FBI recluta, arma, induce y entrega logística (recursos) para realizar un atentado terrorista, el que al momento de realizarse es desbaratado y mostrado como “un éxito de los organismo de seguridad”. Modelo que ha estado revisando hace meses, comparativo en varios países, el Ministerio del Interior (caso España, EEUU, Inglaterra) en el marco del “combate contra el terrorismo”.
LA LEGALIZACIÓN DE LOS MONTAJES EN EL MUNDO ENTERO Y EN PLENA «DEMOCRACIA»