El día de ayer, de manera completamente miserable, el fascista Iván Moreira trató a los profesores de “flojos” diciendo que habían estado de vacaciones todo el año pasado, siendo que literalmente trabajaron más que nunca. En este contexto, en las redes sociales se comenzó a viralizar un nota del año 2012 que ahonda en su pasado, donde revelan que era Moreira era un cabro chico extremadamente porro y violento, al nivel que incluso le pegaba a su propia madre. Parte del artículo de The Clinic recuerda:
Moreira es un luchador. Durante toda su vida ha peleado por defender a Pinochet, por perder peso y por dominar su humor, en ese orden. Cronológicamente, sin embargo, su primera gran lucha fue por lograr terminar el colegio. Y vaya si le costó. Según la licencia de egreso número 2692 del Liceo «Luis Alberto Barrera», el joven Iván Moreira Barros terminó su odisea escolar en 1976, es decir, cuando tenía 20 años.
Nacido el 8 de diciembre de 1956 en Santiago, el diputado vivió desde muy niño en Punta Arenas. Allá fue a parar junto a sus tres hermanos cuando su madre, Marta Barros Alemparte, funcionaria del Servicio de Impuestos Internos (SII), fue redestinada. La mujer, dicen personas que conocieron a la familia en esos años, era la principal sostenedora de la casa. Al padre nunca se le vio por esos lados. Al menos, mientras la familia estaba en el sur, el rumor era que éste vivía en el extranjero, aparentemente en Ecuador.
Los estudios nunca se le dieron al niño Moreira, el primogénito. En la capital de la XII Región pasó por dos colegios de la congregación Salesiana, (Don Bosco y San José) y por dos liceos públicos: el Punta Arenas y el «Luis Alberto Barrera». -Moreira se caracterizaba por ser un mal estudiante- dice el ingeniero Héctor Gallardo, quien iba dos cursos mas arriba de nuestro personaje, en el Liceo Punta Arenas. El profesional agrega también otra característica marcadora del futuro parlamentario: «se hacía notar entre el alumnado, porque era muy violento». Lo mismo afirma un ex compañero de su hermano en el liceo «Alberto Barrera» y que prefiere no identificarse: «era un joven violento que se hacía notar».
Estos problemas conductuales, sin embargo, no se expresaban sólo en la escuela sino también en su casa. Así lo afirma Roque Tomás Scarpa, presidente del Regional Magallanes del Colegio de Periodistas, quien conoció a la madre de Moreira y a muchos funcionarios del SII de la zona. -Moreira fue un muchacho con muchos problemas. En algunas ocasiones se encerraba en su pieza durante días, y su madre debía dejarle la comida afuera de la puerta. La relación con ella fue siempre complicada. Esta señora era una bellísima dama y sus colegas bautizaron a Moreira como «El hijo del año», porque, según contaban, en más de una ocasión ella llegó a trabajar con signos de haber sido golpeada, aparentemente, por su hijo Iván- afirma Scarpa.