Ahora que se murió el delincuente Jovino Novoa, (funcionario de la dictadura y condenado por el Caso Penta), es tiempo de recodar el caso de pedofilia en el que estuvo involucrado el repugnante líder de la UDI. Un artículo de Punto Final recuerda:
Una ofensiva mediática, como pocas en los últimos años, se puso en práctica para desacreditar algunas de las declaraciones de Gema Bueno, la joven que figura como una de las principales testigos en la investigación que realiza el magistrado Sergio Muñoz en relación con una red dedicada al abuso y explotación de menores, entre otros delitos. La operación parece tener como objetivo principal recomponer la imagen pública del senador Jovino Novoa, muy deteriorada tras haber sido señalado por Gema Bueno como uno de los hombres que intimó con ella en una casa de El Arrayán, propiedad del empresario Claudio Spiniak, donde se realizaban desenfrenadas y aberrantes orgías con la participación protagónica de adolescentes de ambos sexos.
Gema Bueno ha descrito con detalles sorprendentes varias características anatómicas del dirigente de la UDI, que sólo pudo haber conocido tras haber observado prolijamente, y en más de una ocasión, el cuerpo desnudo del político. La mujer recuerda una marca en el hombro, la distribución pilosa, ciertas manchas en sus genitales, la forma de sus piernas y de su vientre, describe minuciosamente sus manos, su pene, el grosor de su barba, el aroma de su perfume, el modo de andar, su forma de hablar, entre otras características que sólo ha escuchado el juez Muñoz.
Si la muchacha miente, es posible inferir dos alternativas: una, que conoció a un socías del senador gremialista; la otra, que alguien le describió centímetro a centímetro la geografía del cuerpo de Novoa.
¿Es posible suponer que detrás de descripciones tan precisas también exista una conspiración o complot para comprometer al ex subsecretario del Interior de la dictadura? Nada es descartable hasta que el ministro Muñoz no revele los resultados de su investigación. Ese instante marcará el inicio de una nueva serie de análisis y especulaciones sobre un proceso que al parecer ocupará la atención del país durante todo el año.
En cualquier caso, el papel de Gema Bueno ha sido sólo uno de los aspectos que ha tenido que examinar el juez Muñoz para desentrañar la oscura red tejida por Spiniak y varios de sus más cercanos colaboradores, vinculados al comercio carnal con adolescentes, la prostitución y las drogas. Otro aspecto poco conocido, que también roza al senador Novoa, es la relación que tendría su hermano, el abogado Héctor Novoa Vásquez, con la denominada “red Spiniak”. Héctor Novoa adquirió cierta connotación pública a mediados de los 90, cuando apareció vinculado en negocios con el llamado “rey de la chatarra”, Edgardo Bathich, y algunos colombianos presuntamente relacionados con el narcotráfico. El juez Muñoz, según informó El Mercurio, ha inquirido personalmente a Spiniak sobre sus relaciones con el hermano del senador de la UDI.
La publicitada detención de Spiniak, amplificada interesadamente por Carabineros a través del canal 13 de TV a fines del año pasado, fue seguida por la difusión pública de los rumores que implicaban a los senadores Novoa y Carlos Bombal, de la UDI, y al demócrata cristiano Andrés Zaldívar, como participantes en las inusuales “fiestas” organizadas por el dueño del exclusivo gimnasio Go Fitness & Spa.En la puesta on the record de los rumores participaron periodistas de diferentes medios, entre ellos TVN, Chilevisión, Plan B y radio Biobío, además de la diputada de RN, Pía Guzmán, de reconocida labor en la lucha contra pedófilos y pederastas. Los dichos de la diputada, quien no mencionó nombres, produjeron el efecto de un mazazo demoledor en el corazón del gremialismo, que reaccionó aseverando ser víctima de un complot urdido para dañar al partido.