No les va a gustar lo que vamos a decir: Pero si queremos una Democracia fuerte, necesitamos a una Derecha democrática, que respete los Derechos Humanos, y que aún con posturas ideológicas diferentes, si le interese mejorar las condiciones de vida del pueblo. Lamentablemente, hemos visto que la Derecha chilena sigue atrincherada en la ultraderecha, que no tiene convicciones democráticas, y que su objetivo proncipal sigue siendo defender los privilegios de los grandes empresarios.
En el otro lado de la vereda las cosas tampoco se ven mejor. Una Izquierda irresponsable que sigue legislando según todo lo que dice el octubrismo, aún cuando aquello signifique destruir la economía del país. En este caso específico, hablamos de su apoyo al Cuarto Retiro del 10% en contra de todas las recomendaciones de los expertos y sabiendo que disparará aún más la inflación, la que terminará perjudicando a los más pobres.
El Estallido Social era completamente necesario, Chile necesitaba un remezón fuerte para despertar del letargo y sacarse de encima el legado de la Dictadura Cívico-Militar de Augusto Pinochet. Pero ahora es momento de construir el nuevo país que queremos ser, y mantener la dinámica octubrista es completamente incompatible con este objetivo.
No menor crítica merecen los medios de comunicación. Los más chicos desinforman para generar visitas, los más grandes desinforman para defender los intereses del poder económico. Ambos son parte del problema y la historia los juzgará. El periodismo siempre ha sido clave en el funcionamiento de la Democracia, también tenemos que tomarnos en serio nuestro papel.
Los líderes políticos del país tienen que asumir el momento histórico en el que se encuentran y dejar de buscar la aprobación de sus barras bravas en Twitter. La Izquierda tiene que comenzar a ser más responsable, la Derecha tiene que dejar de ser fascista, ambos tienen que dejar de caer en el populismo. Porque si lo único que les interesa es ganar la próxima elección, y no sentar las bases del nuevo Chile, tengan claro que lo vamos a pasar extremadamente mal.