Esta elección iba a ser rápida y sencilla. El problema fue que Ramona Reyes, la candidata a la presidencia de consenso del Frente Amplio, el Colectivo Socialista e Independiente No Neutrales, terminó funada ya que tenía un escandaloso prontuario de corrupción que incluía regalarle licitaciones a su esposo.
Cambiar de candidatos es una opción, (incluida Cristina Dorador), pero eso tiene que ser conversado desde antes. Ya que por ejemplo el colectivo socialista ha tenido TRES candidatos diferentes de supuesto “consenso”. Al final, por muy democráticas que sean las votaciones papales, llegar a OCHO votaciones sin resultados es un papelón que no podrán borrar a menos que logren sacar una constitución decente. Dinamitaron la credibilidad que tenían, ahora tendrán que ponerse a trabajar redactando artículos como locos.