La masificación del internet y las tecnologías de la información han cambiado por completo la manera en que accedemos a muchos productos y servicios. Ya sea para comprar ropa o electrodomésticos, para disfrutar de nueva música o de juegos casino o incluso para hacer mercado, todo lo podemos resolver desde la comodidad de nuestras casas.
Uno de los cambios más significativos que han traído estos desarrollos tecnológicos ha sido abrir las puertas al comercio entre consumidores. Ya ni siquiera hace falta recurrir a una compañía u organización cuando es probable que algún individuo esté ofreciendo en línea a un precio más competitivo cualquier bien que necesitemos.
Estas nuevas formas de intercambio se reúnen bajo el concepto de economía colaborativa. Incluso si no habías escuchado el término, lo más probable es que ya estés disfrutando de sus beneficios. Por supuesto, a la par que cambia la experiencia de los consumidores, también lo hace la de los trabajadores.
La economía colaborativa
No hay una definición clara de economía colaborativa. Al ser un concepto reciente, aún presenta cierta ambigüedad y apertura a la interpretación. Sin embargo, todos los autores coinciden en que hace referencia a las nuevas modalidades de intercambio de bienes y servicios que han surgido en los últimos años a través de plataformas digitales (Wikipedia, 2023).
Las transacciones entre usuarios de igual a igual, o peer-to-peer, son el ejemplo clásico de la economía colaborativa. Estas pueden ser un intercambio de información gratuito o una venta comercial. Generalmente los usuarios se conectan a través de una plataforma digital que sirve como “mercado” para los bienes o servicios ofrecidos.
Uno de los principales argumentos a favor de la economía colaborativa es que permiten aprovechar de forma eficiente los recursos materiales finitos. Un ejemplo de esto son los servicios de alquiler de habitaciones domésticas o vehículos particulares, bienes que se encuentran inutilizados la mayoría del tiempo (Investopedia, 2020).
Una presencia inescapable
Los principios de la economía colaborativa son aplicables a todos los sectores de la economía. Buena parte de las empresas fundadas en los últimos años que han logrado dominar su mercado lo han hecho aprovechándose de la flexibilidad y diversidad que permite el intercambio entre particulares.
Entre los sectores que más han cambiado con la economía colaborativa encontramos:
- La hospitalidad, con páginas de alquiler de viviendas como Airbnb
- El transporte, con aplicaciones de ride-share como Uber y Lyft
- El Co-Working, que permite a los trabajadores remotos alquilar espacios de trabajo por un par de horas
- Los préstamos entre usuarios, ya sean de productos o dinero
- El freelancing, trabajo temporal y/o remoto.
Un nuevo mercado laboral
La posibilidad de contratar cualquier servicio a través de internet ha revolucionado el trabajo de millones. Cada vez más personas se ganan la vida dentro de la economía colaborativa de manera temporal o freelance. Esto le da vuelta a las condiciones tradicionales de relación empleado-empleador de diversas maneras, algunas más beneficiosas que otras.
Ventajas del trabajo en la economía colaborativa
Mayor flexibilidad para todos
Los trabajadores con habilidades valoradas por el mercado disponen de una flexibilidad nunca antes vista. Estos pueden escoger participar en los proyectos que más les interesen o que encuentren más convenientes. También pueden determinar los honorarios que consideren justos y el horario que mejor se adapte a su vida personal.
Las contrataciones temporales también permiten a las empresas adaptar su nómina según les convenga. Las necesidades de una organización no se mantienen estáticas. Cada fase de un proyecto requiere de distintas tareas que podrían ser cumplidas de manera más efectiva por trabajadores diferentes.
Asignación más eficiente de recursos
Al no tener que mantener a todos sus empleados en una nómina fija, las compañías pueden reducir sus gastos de nómina de forma considerable. Estos ahorros pueden invertirse en otros aspectos de la producción, permitiendo así una mayor eficiencia operativa. Por su parte, los trabajadores pueden hacer un uso más eficiente de su tiempo. Ya no es necesario perder una porción del día cumpliendo horario incluso cuando ya has cumplido tus responsabilidades. El freelancer solo debe trabaja el tiempo que le toma un determinado proyecto.
Nuevas oportunidades
Millones de personas alrededor del mundo han accedido por primera vez al mercado laboral internacional. Los habitantes de países con costos de vida más bajos pueden ofrecer tarifas competitivas para atraer contratos extranjeros. De esta forma, las compañías ahorran dinero y los trabajadores acceden a mejores salarios que los disponibles en sus países.
Muchas plataformas de trabajo colaborativo tienen requisitos más flexibles que los empleadores tradicionales. Esto permite trabajar a muchas personas que no calificaban para otras posiciones. Por ejemplo, Uber afirma que un cuarto de sus conductores en París solían estar desempleados (Caixa Bank Research, 2018).
Desventajas del trabajo en la economía colaborativa
Ausencia de seguridad y estabilidad
Ser un trabajador independiente implica ser tu propio gerente de mercadeo. Saber vender tus capacidades es una habilidad en sí y no todos disponen de ella. Esto deja mal parados a personas que podrían desarrollarse de forma productiva dentro de una organización, pero que se ven limitadas por la dificultad de atraer nuevos clientes.
La demanda por determinados servicios fluctúa con los vaivenes de los mercados y la economía. Al no contar con un contrato fijo, los trabajadores freelance no cuentan con ningún mecanismo de defensa ante las sequías laborales.
Sueldos bajos y sin beneficios
Muchos trabajadores de empresas de sharing economy, como los de servicios de transporte, no son considerados como empleados ante la ley, sino como proveedores independientes de un servicio. Esto permite a las compañías pagarles por debajo de los salarios mínimos establecidos.
Otra consecuencia negativa de no contar con una posición fija es no poder disfrutar de los beneficios que garantiza la ley para los trabajadores. El trabajo temporal no incluye días de vacaciones pagos ni plan de jubilación ni seguro médico. Se vuelve necesario mantener un colchón de ahorros sólido para enfrentarse a cualquier eventualidad.
Pérdida de fuerza colectiva
Muchas de las desventajas que afectan a los trabajadores temporales podrían minimizarse con legislación apropiada, pero estos cambios no surgirán solos. Históricamente, los derechos laborales han tenido que pelearse a través de acciones colectivas y organizadas de los trabajadores.
Los trabajadores freelance no cuentan con compañeros de trabajo con quien aliarse y trabajan para diversos clientes individuales reunidos por una plataforma que solo ejerce como intermediario. Esta situación imposibilita las negociaciones colectivas.