La vejez es una etapa de la vida que implica cambios físicos, psicológicos y sociales que pueden afectar la calidad de vida de las personas mayores. Algo importante para los adultos mayores es no perder su independencia y poder seguir haciendo las cosas de su vida cotidiana, desde preparar un café, hasta jugar en https://20bet.com/cl. Por eso, es fundamental contar con un sistema de seguridad social que garantice el acceso a una pensión digna, a una atención sanitaria adecuada y a una protección social integral que promueva el envejecimiento activo y saludable.
Sin embargo, en Chile, las condiciones para los adultos mayores son cada vez más preocupantes, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19, que ha tenido un impacto desproporcionado en este grupo de población. Según datos del Ministerio de Salud, al 7 de noviembre de 2021, las personas mayores representaban un 14,4% del total de contagiados, pero cerca del 50% de las hospitalizaciones y alrededor del 90% del total de defunciones.
Además, la pandemia ha evidenciado las deficiencias y desigualdades del sistema previsional chileno, que se basa en el ahorro individual obligatorio y que deja a muchos jubilados con pensiones insuficientes para cubrir sus necesidades básicas. De acuerdo con la Encuesta Social COVID-19, realizada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el 40% de los hogares con personas mayores declaró haber perdido ingresos durante la crisis sanitaria.
Asimismo, la pandemia ha afectado la salud mental y el bienestar emocional de las personas mayores, que han sufrido el aislamiento social, el miedo al contagio, la pérdida de seres queridos y la disminución de sus redes de apoyo. Según la misma encuesta, el 28% de los adultos mayores reportó sentirse solo o muy solo durante el confinamiento.
Ante este panorama, es urgente implementar medidas que mejoren la situación de las personas mayores en Chile y que les garanticen el ejercicio pleno de sus derechos humanos. Algunas posibles soluciones son:
- Reformar el sistema previsional para aumentar el monto y la cobertura de las pensiones, incorporando un pilar solidario que redistribuya los recursos entre los afiliados según sus necesidades y que reconozca las contribuciones no monetarias al desarrollo del país, como el trabajo doméstico y el cuidado familiar.
- Fortalecer el sistema de salud para asegurar una atención integral, oportuna y de calidad a las personas mayores, priorizando la prevención y la promoción de la salud, la atención domiciliaria y la telemedicina, y ampliando la oferta de servicios geriátricos y gerontológicos especializados.
- Fomentar la participación social y comunitaria de las personas mayores, creando espacios de encuentro e intercambio intergeneracional, impulsando el voluntariado y el asociacionismo, y facilitando el acceso a la cultura, la educación y el ocio.
- Promover el envejecimiento activo y saludable, estimulando la práctica de actividad física, una alimentación equilibrada y hábitos saludables entre las personas mayores, así como el desarrollo de sus capacidades cognitivas, afectivas y creativas.
- Proteger los derechos humanos de las personas mayores, combatiendo toda forma de discriminación, violencia y abuso hacia este grupo etario, e implementando mecanismos efectivos de denuncia, atención y reparación.
En conclusión, la seguridad social es un derecho fundamental que debe garantizarse a todas las personas al llegar a la vejez. En Chile, las condiciones para los adultos mayores son cada vez más preocupantes en la actualidad 2023, por lo que se requiere una acción urgente del Estado y la sociedad para mejorar su calidad de vida y su bienestar. Solo así se podrá hacer frente al desafío del envejecimiento poblacional con justicia social y solidaridad.