Acá tienen un nuevo ejemplo de la decadencia intelectual de la izquierda completa, (culparíamos sólo al Frente Amplio pero el retrasado mental Juan Santana se sumó a esta imbecilidad), que jamás piensa en las cosas que propone ya que sólo sabe pensar en base a consignas y panfletos.
Este plebiscito es la crónica de un fracaso anunciado.
Primero porque le harán gastar plata al Estado, segundo porque como deberían votar sólo los que cotizan, (de otra forma será robarles las pensiones), se comerán una derrota digna del mamarracho constituyente.
Sin embargo eso no es lo peor, lo peor es el precedente que dejan sobre el fracaso de la política.
POLÍTICOS CAVANDO SU PROPIA TUMBA
Los plebiscitos sólo deben hacerse a nivel local: Ponerle nombre a las plazas, construir canchas, etc. Obligar a la gente a tomar decisiones de Estado significa que los políticos no son capaces de tomar decisiones, o lo que es lo mismo, que SOBRAN y no tenemos por qué andar manteniéndolos con nuestros impuestos.
El otro problema viene porque si empezamos a plebiscitar decisiones de Estado, que sea en todos los temas y no sólo los que le gustan a un par de octubristas marihuaneros.
Plebiscitemos reponer la pena de muerte, encarcelar a los inmigrantes ilegales, volver a minar la frontera, reducir drásticamente el número de parlamentarios, o simplemente proscribir al Frente Amplio por ser lo peor que le pasó al país después de la Dictadura.
Antes de tomar una decisión cualquier persona sensata es capaz de analizar las consecuencias de estas, pero como en el Frente Amplio (y Juan Santana) son animalistas que no piensan en las cosas que dicen ni menos analizan las consecuencias que estas tendrán.
Al final, lo que estamos viendo acá es la decadencia intelectual de una generación política completa. Tipos abiertamente tontos que representan un peligro para los intereses del país. Por lo mismo, deben ser expulsados a patadas de la política.