Un reportaje de El Pulso, referente al «recambio generacional en los directorios de las grandes empresas chilenas», volvió a exponer la mentira de la meritocracia y la movilidad social que nos venden, en este caso, hablamos que los hijitos de papá de las grandes fortunas nacionales, de manera predecible, están todos apitutados en las empresas de sus familias.
El año pasado, los ojos se posaron sobre CMPC. Eliodoro Matte Larraín presidiría su último directorio, dándole la bienvenida a la nueva generación. El 29 de abril de 2016, su hijo Jorge Matte Capdevila (35 años) entró a la mesa. El ingeniero comercial de la Universidad de Los Andes y amante de la equitación, ingresó a la firma en 2011, siendo director de varias de las filiales hasta llegar a convertirse en el único sub 40 de la mesa de la matriz. Su hermano, Eliodoro, optó por dejar hace años las mesas del grupo para abocarse a presidir Fundación Latens, organización sin fines de lucro que restaura patrimonio religioso.
Colbún, también inició su recambio en 2016, el cual fue aún más marcado. El 22 de abril de ese año, ingresó a la mesa el director más joven del IPSA. El abogado de la Universidad Católica e hijo de Bernardo Matte, Francisco Matte Izquierdo (28), debutó en la mesa con 27 años, siendo el único director bajo 30 de las principales empresas de Chile. El abogado trabaja hoy en el estudio Jara Del Favero en las áreas de derecho comercial y societario.
En esa senda, el grupo Luksic no se ha quedado atrás. Andrónico Luksic Lederer (36 años) -hijo de Andrónico Luksic Craig- es un amante del sector minero. Ha hecho carrera en Antofagasta Minerals, incluso vivió varios años en Canadá, a cargo de la oficina en Toronto. Actualmente es vicepresidente de desarrollo de la compañía, y director de Quiñenco. Su hermano Davor, está a cargo de los negocios hoteleros en Croacia y de las inversiones en Europa, mientras que Maximiliano Luksic Lederer se desempeña en Canal 13 en el área de nuevos negocios. Asimismo, Nicolás Luksic Puga es el continuador de los negocios de su padre Guillermo. Está a cargo del family office de dicha rama familiar y es director de Quiñenco, Enex y viña Tabalí. Su hermana: Antonia (36), lidera la fundación Ena Craig de Luksic.
En el grupo Bofill la transición ya lleva también algunos años. En 2010 ingresó al directorio de Empresas Carozzi, Gonzalo Bofill Schmidt (35 años), y cuatro años después se sumó su hermano Pablo (32 años).
1) Con tanta desigualdad social, es tiempo de entender que cualquier historia de «superación» de la clase trabajadora responda más a la suerte que al esfuerzo. Mientras tanto, el cuico no se tiene que esforzar por nada y sólo por nacer ya tiene su futuro asegurado aunque sea un retrasado mental
2) Chile no es una Democracia, es una plutocracia donde el 1% maneja el país económicamente y le traspasa el poder a sus hijos
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5 comentarios
Ciudadanos de Chile, sigan votando por el duopolio…
Esta «democracia»…
No veo el problema. Yo fundo una empresa, quiero que mi hijo la siga, si es profesional, es mi orgulloso legado. Si es un flojo o no sabe, corro el riesgo de hundirla y eso sería torpeza mía por privilegiar el lazo familiar antes que su seguridad económica.Pero si no, bienvenido. El panadero también quiere que su hijo aprenda y continúe con su negocio. Les recuerdo que todas estas riquezas fueron iniciadas por alguien, no han sido ricos desde el paleozoico. Y ese alguien, cuando partió, no era rico. Sólo vean elapellido Luksic, no es cuico y nunca lo ha sido. El abuelo se sacó la mugre para levantar el imperio, bien por el y su nieto. Que alegría por ellos y los miles de trabajos que dan.
El problema es cuando la empresa o entidad es publica.
señores, aqui tienen un ejemplo de un weon ignorante que cree que los ricos son ricos con el esfuerzo propio, y que mas encima se alegra si al rico «le va bien».
Weon imbecil, los ricos amasan fortunas gracias a la explotacion laboral, las leyes hechas a su medida, la depredacion ambiental y los sacos de weas como tu que le aplauden hasta los peos.