El Acuerdo de Escazú y el TPP-11, siendo asuntos completamente diferentes, se parecen en múltiples aspectos. Ambos se tratan de acuerdos internacionales para fomentar la colaboración entre países, ambos enfrentan el rechazo de los “antiglobalistas” ignorantes que quieren aislar Chile hasta convertirlo en un paria. ¿El chiste? Como no tienen argumentos para rechazarlos, sólo les queda hacer vergonzosas campañas del terror con mentiras que no tienen ningún sustento.
En el caso del TPP-11, existe demasiada desinformación dando vuelta, partiendo porque el acuerdo de ahora es completamente diferente al que se conoció hace 6 años atrás. El punto es simple: Chile es un país diminuto no puede darse el lujo de restarse de los acuerdos comerciales, y si TODOS los países de la zona lo están firmando, (literalmente sólo Chile, Malasia y Brunei no lo han hecho), por supuesto que el gobierno de Gabriel Boric debe hacer lo mismo. Una nota de la BBC detalla:
Con el nuevo Tratado Integral y Progresista para la Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés), heredero del anterior TPP, se completará el nacimiento de la mayor zona de libre comercio a nivel mundial. Un mercado de 500 millones de consumidores, que representa el 13,5% del PIB global. La aplicación del acuerdo reduce los aranceles de un 95% de los productos que intercambian estos países. Por poner un ejemplo, un fabricante de smartphone de Vietnam que necesite importar la pantalla de Japón, los componentes de las baterías de México o el chip de Brunéi no pagará impuestos por ninguno de estos productos.
«A pesar de las dudas de muchos sectores, las empresas y los consumidores comenzarán a recibir beneficios en unos días», asegura a BBC Deborah Elms, jefa del Centro de Comercio para Asia en Singapur. En el caso de Australia, podrá exportar su carne a Japón pagando un 9% de aranceles, mientras que Estados Unidos, que se retiró del acuerdo en 2017, aún tiene que pagar un 38% si quiere colocar sus productos cárnicos en el país. En el mercado nipón, los precios de la carne australiana serán, previsiblemente, hasta un 29% más baratos que los de sus competidores estadounidenses.
«Los tres países latinoamericanos que participan en el tratado se beneficiarán de las disposiciones que permiten la acumulación de origen», explica a BBC Mundo Anabel González, experta en comercio internacional y competitividad del Peter Institute for International Economics, un think tank con sede en Washington. Esta acumulación de origen significa que en la práctica un país puede utilizar insumos, productos y procesos originarios de otro socio del acuerdo como si fueran propios y es especialmente relevante para la participación de México en las cadenas de suministro globales.
LOS BENEFICIOS PARA CHILE
Aunque es el mayor tratado comercial firmado por Chile, el país ya tenía acuerdos bilaterales con los otros 10 países. El 40% de los intercambios de comercio exterior se realizan con Asia, y tres de sus cinco principales socios se ubican en esa región. Felipe Lopeandía, Jefe Negociador del CPTPP, aseguró que el nuevo acceso a Japón, Canadá y Vietnam es clave. «Nuestros productos en esos mercados tenían condiciones de acceso más menguadas. Solo en Japón, más de mil productos chilenos van a mejorar sus condiciones de acceso a ese mercado, sobre todo del sector agrícola. Esto va a generar más empleo y más dinamismo económico», afirmó en una entrevista. Varios análisis de organismo internacionales, citó Lopeandía, estiman que el PIB chileno podría crecer un 1% como consecuencia de las nuevas oportunidades de negocio. El beneficio podría ser particularmente importante para los sectores agrícola, forestal y pesquero.