Por si aún quedaban personas inocentes que creían que Sebastián Sichel era “independiente” y “de centro“, ahora se supo que se reunió con múltiples grandes empresarios chilenos para pedirles plata. O lo que es lo mismo, este farsante JAMÁS gobernará para el pueblo ya que es un títere del poder económico. Parte de un artículo de Cipera detalla:
Sebastián Sichel enfrenta su propia encrucijada. Se alzó en la primaria de su sector con un exitoso discurso que lo presenta como independiente de los partidos. Pero tendrá que batallar con quienes lo califican como un candidato del empresariado y, por lo mismo, estrechamente vinculado a los intereses de la elite que ha dirigido el país en las últimas décadas. Los datos del Servel acreditan que los $230 millones que alimentaron su campaña provinieron principalmente de empresarios, a quienes Sichel abiertamente les pidió financiamiento usando el método fundraising, con un significativo apoyo del clan familiar del Grupo Claro.
Sebastián Sichel no creció bajo los partidos de derecha. Sin embargo, el apego que mantiene con el mundo empresarial, es un sello que lo conecta directamente con una parte de la elite gobernante. Desde que salió del Banco Estado en enero pasado, junto a su equipo implementó un sistema de financiamiento que se desarrollaba así: Juan José Santa Cruz, empresario, ex DC y coordinador político de su campaña, organizaba encuentros, almuerzos, cenas, con aforos reducidos y a veces por zoom, donde él y Sebastián Sichel explicaban su proyecto presidencial. Al finalizar, solicitaban apoyo económico para la campaña.
En Estados Unidos, esta manera de recaudar fondos se denomina fundraising y se ocupa en forma transversal por distintos sectores políticos. Santa Cruz ya vivió un episodio traumático relacionado con esta fórmula, cuando colaboraba con el entonces candidato presidencial Andrés Velasco: el ex ministro de Hacienda sostuvo un reservado almuerzo con Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, controladores del Grupo Penta, por el que cobró $20 millones, emitiendo una boleta que después fue investigada como financiamiento irregular a la política.