Si nos preguntan a nosotros, habríamos firmado el acuerdo con el PS y el PPD para crear un nuevo bloque de izquierda cagados de la risa. Por supuesto, lo habríamos hecho semanas antes para afinar todos los detalles, para consagrar un programa común con reformas estructurales, y hubiéramos pedido la poda de ciertos militantes de la vieja Concertación cuyo prontuario los antecede. Como Felipe Harboe y Marcelo Schilling por ejemplo, dos weones tan fachos que hacen sonrojar hasta a José Antonio Kast.
Pero esos somos nosotros, la realidad es otra y el acuerdo para crear el nuevo bloque de izquierda no se firmó. Lo que nos debe interesar ahora, es que aún con nuestras diferencias, la centro izquierda debe de dejar de pelearse por webadas y exagerando el tono. Ni el Partido Comunista es antidemocrático ni toda la Concertación una coalición neoliberal que no quiere cambios estructurales. En la Concertación está lleno de gente valiosa que de verdad quiere gobernar para el pueblo. Yasna Provoste no es lo mismo que Jorge Burgos, y Maya Fernández no es lo mismo que Álvaro Elizalde.
Porque la realidad es evidente: Sea quién sea gane el próximo gobierno va a necesitar al otro sector para gobernar y aprobar las leyes que necesita el pueblo. Nadie dice que no puedan debatir y expresar diferencias de manera pública, pero no pueden ser tan ordinarios de ponerse a pelear por twitter, ni menos andar tratando a sus colegas ideológicos de lo peor del mundo. Están a cargo de un país, no de la elección de rey feo de un colegio… Aparte que para insultar siempre tendrán a la Derecha disponible, que en vez de asumir su fracaso se atrincheraron aún más.