Kast puede atacar a Boric de muchas maneras. Por considerar que su programa no es el adecuado, por sus posturas políticas e incluso por decisiones que tomó siendo diputado. Pero no puede atacarlo con mentiras. En el momento en que lo hace demuestra que cruzó una línea que no se puede cruzar. Ya que si atacas a tu rival con mentiras, significa que dejaste atrás los argumentos y rompiste todo puente del diálogo democrático.
A grandes rasgos, el debate ARCHI sirvió para demostrar que como buen ultraderechista Kast no se va a moderar. Donald Trump y Jair Bolsonaro no sólo no se moderaron cuando llegaron al poder, profundizaron su estrategia de fomentar el odio y la desinformación con mentiras. El problema es que con esta estrategia no le están haciendo daño a la Izquierda, le están haciendo daño a la Democracia completa.
A lo anterior, súmenle que reconoció que si sale presidente perseguirá opositores como en Dictadura, que hará una caza de brujas con los empleados públicos y que su nuevo programa es un farsa ya que hará muchas cosas que no están escritas. Por esto es que no es una exageración decir que Kast representa un peligro para Democracia. Si no vamos a votar en masa por Boric, no podremos decir que “no lo vimos venir”