Hagamos un resumen de por qué llegamos a este mamarracho: Esta elección iba a ser rápida y sencilla. El problema fue que Ramona Reyes, la candidata a la presidencia de consenso del Frente Amplio, el Colectivo Socialista e Independiente No Neutrales, terminó funada ya que tenía un escandaloso prontuario de corrupción que incluía regalarle licitaciones a su esposo. Fue a partir de ahí que todo se fue a la mierda.
Cristina Dorador era la candidata con más votos pero no generaba consenso, el colectivo socialista nominó diferentes candidatos como si fuera talla, (hasta el nefasto Patricio Fernández tuvo opciones), la Derecha no fue capaz de utilizar sus votos para negociar y los troskos como siempre dieron jugo demostrando que no son opción democrática alguna. Debido a todo lo anterior, y como nadie quería ceder nada, llegamos a un papelón histórico donde tras OCHO votaciones seguimos sin presidente de la Convención.
En este contexto, y tal como hemos dicho hasta el cansancio, la candidata de consenso siempre ha sido Patricia Politizer, ya que es TODO lo que necesita la Convención Constitucional en estos momentos. Moderada, dialogante, profesional y buena comunicadora. Otro nombre que suena es el de Benito Baranda, pero les decimos altiro que está completamente funado por defender a curas abusadores, sería una imbecilidad ponerlo de presidente.
Los convencionales deben parar la chacota y la pelea chica para buscar lo mejor para el proceso constituyente que cada minuto que pasa pierde legitimidad. Y en ese sentido, Patricia Politzer es la única que genera un consenso transversal, desde la izquierda hasta la derecha, para liderar la creación de la Nueva Constitución. Ya se acabó el margen de error y no podemos seguir haciendo show con más votaciones.